Hogares de Esperanza: Transformando vidas en Casa de Acogida Hogar de Nazareth

Hace 15 años, en la ciudad de Guayaquil, nacía un proyecto valiente y necesario, un refugio que ofrece esperanza y protección a mujeres y sus hijas e hijos que enfrentan situaciones de violencia intrafamiliar. Así nació La Casa de Acogida Hogar de Nazareth, un lugar que ha sido un faro de luz para cientos de mujeres vulnerables.

La historia comienza con la Corporación Hogar de Cristo de Guayaquil, que, consciente de la problemática de la violencia intrafamiliar que afectaba a sus socias, decidió tomar cartas en el asunto. A través de su programa de finanzas solidarias, se encontraron con casos de mujeres que vivían bajo la sombra de la violencia extrema y no tenían un lugar seguro al cual recurrir, como nos cuenta Brenda Huayamave Salas, trabajadora social de Hogar de Nazareth. “En nuestra sociedad, la violencia desgraciadamente está normalizada, y para estas mujeres que vienen sufriendo, no un día, sino años de violencia, este hogar es un rincón de esperanza. Las mujeres llegan derivadas a través de vinculaciones con otras instituciones. Aquí les recibimos y les decimos que ya no están solas”.

Servicios

El enfoque de este centro de atención es multidisciplinario, y no solo se enfocan en el aspecto físico, brindándoles protección, alojamiento, cuidado, alimentación, sino también se centran en el factor emocional y psicológico para ayudar a sanar las huellas de las experiencias vividas. “Antes de trabajar en Hogar de Nazaret, para mí era inaudito, pensaba en ¿Cómo va a creer que se va a dejar pegar? Y esa es la expresión que escuchamos en muchas personas, pero no, este es un círculo vicioso que es bastante difícil de romper, y que realmente necesitamos estar en los zapatos de esas mujeres para poder tomar la decisión de ya no callar y gritar auxilio”, sostiene Brenda.

En Hogar de Nazareth, además, se provee apoyo e información sobre los derechos de las mujeres y se les acompaña en los procesos, que decidan emprender. Para Brenda, la Casa de Acogida Hogar de Nazareth ha sido, en muchos casos, la diferencia entre la vida y la muerte para estas mujeres y sus hijas e hijos, “muchas de las mujeres llegan devastadas, otras llegan en total silencio, a veces no es fácil ganarse la confianza de ellas, hay casos que hay que manejarlos con pinzas, hemos recibido mujeres quemadas por sus maridos, o víctimas de trata... Para trabajar en esta actividad además de hacerlo con corazón, hay que hacerlo en paz, buscamos que sobresalga desde el interior de cada una, esa mujer fuerte, que sane esa violencia y se vuelvan unas mujeres autónomas, es un proceso de alrededor de 6 meses y entre todas las áreas de atención logramos romper ese ciclo”.

Un lugar de reencuentro y sanación

El Hogar de Nazareth tiene capacidad para 18 grupos familiares, que incluyen mujeres y sus hijas e hijos. Dentro de lo que va del año 2023, 30 grupos familiares han sido atendidos en la casa de acogida. Brenda asegura que lastimosamente hay casos que no logran tener un proceso satisfactorio, “de diez mujeres la mitad no logra concluir su plan, lo más difícil para muchas es tener contacto cero con el

agresor, y comunicarse únicamente con su red de apoyo cercana, su madre, hermana o amiga de confianza, sin embargo, muchas no soportan esto y regresan al ciclo de violencia”.

Empoderamiento por un mundo mejor

El modelo de atención de las Casas de acogida propone programas de empoderamiento económico, diseñados para que las mujeres adquieran habilidades que generen recursos económicos y con ello logren recuperar su autonomía, según Brenda el objetivo es que ellas “tengan ese impulso para poder de ahí agarrarse y poder emprender, influyendo por otro lado para que ellas no regresen con su agresor”. En Hogar de Nazareth el emprendimiento insignia son las Galletas Craqueladas, que se ofrecen a otros establecimientos que se encargan de la venta.