Presupuestos sensibles al género

Presupuestos sensibles al género

 

Los planes, las políticas, las instituciones y los presupuestos nacionales y locales son instrumentos que sirven a los gobiernos para convertir los compromisos a favor de las mujeres en avances concretos hacia la igualdad de género. Contemplar estas dimensiones de la gobernanza a través de un prisma de igualdad de género implica evaluar las brechas de género de forma exhaustiva, así como identificar medidas destinadas a eliminarlas.


El presupuesto sensible al género o PSG permite determinar en qué medida la planeación, programación y presupuesto de los gastos gubernamentales contribuyen al avance de la igualdad de género. Un presupuesto sensible al género es una herramienta que diseña y analiza las asignaciones presupuestarias, el gasto público y la tributación desde una perspectiva de género. 


En Ecuador, se han emprendido algunas medidas de planificación, elaboración de presupuestos y evaluación de inversión para incluir el enfoque de género tanto en el nivel nacional como en algunos gobiernos locales. Algunos ejemplos de estos mecanismos son:

i) la creación del Clasificador K en el presupuesto, que permite contabilizar la inversión del presupuesto general del estado en asunto relativos a género;

 ii) la  creación de la Cuenta Satélite de Hogar, que —al proveer de información sobre el aporte del trabajo no remunerado a la economía nacional- permite dimensionar su relevancia y por lo tanto diseñar políticas y programas hacia la corresponsabilidad y redistribución del trabajo de cuidados, así como de los recursos hacia la economía de los cuidados; y 

iii) la incorporación de criterios de género en planes, programas y presupuestos municipales.



Nuestras soluciones 


ONU Mujeres apoya la planificación con enfoque de género en los presupuestos locales, provinciales y nacionales en Ecuador desde el año 2000. Entre los hitos más importantes de esta colaboración se registra que en el Presupuesto Nacional de 2007 se incluyó la igualdad de género como uno de los criterios de evaluación, selección y priorización de las propuestas de proyectos. Desde entonces, ONU Mujeres ha trabajado en cada uno de los niveles de gobierno para incorporar la igualdad de género como criterio transversal en la política y planificación pública. 


De igual forma, acompaña los procesos de creación, desarrollo e implementación de la Agenda de Igualdad de Género, que es el instrumento principal de transversalización de género en la política nacional y en otras "Agendas de las Mujeres". ONU Mujeres también apoya a los gobiernos provinciales y organizaciones de mujeres para asegurar que el plan de ordenamiento territorial incorpora formalmente la Agenda de las Mujeres—experiencia exitosa que se ha compartido con otros gobiernos locales como una buena práctica en planificación y presupuestos sensibles al género.


ONU Mujeres continuará apoyando en el fortalecimiento de la apropiación de conocimientos y capacidades en el sector público sobre enfoque de género en su planificación, inversión y presupuestos. De igual forma, apoya y fomenta el posicionamiento político estratégico de la igualdad de género como prioridad de la política pública, con la finalidad de que se refleje en programas para la igualdad de género con adecuado financiamiento, ejecución y resultados.