Katya Romoleroux: “Las mujeres científicas necesitamos que nos den las mismas oportunidades y opciones porque podemos cambiar el mundo y ya lo estamos haciendo”
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La científica ecuatoriana y doctora en Botánica Katya Susana Romoleroux ha dedicado su vida a la investigación de la diversidad y flora en su país natal. Es profesora principal de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y directora del Herbario QCA. Sus estudios se enfocan en el uso de la flora andina, especialmente de la familia de las rosáceas. Ha publicado en revistas indexadas, en libros y ha participado en decenas de eventos científicos internacionales. En su contribución como botánica taxónoma ha descubierto y descrito 11 especies de plantas nuevas para la ciencia. Es miembro fundador de la Academia de Ciencias del Ecuador, miembro de la Academia de Ciencias de América Latina y de la Asociación Latinoamericana de Botánica.
Una de las herramientas más importantes para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en especial el ODS5 (igualdad de género), es la ciencia. Por esta razón, el mundo entero ha centrado sus esfuerzos en inspirar a mujeres y niñas para aumentar su participación plena en la ciencia, la tecnología y la innovación y así enfrentar, de mejor manera, algunos de los desafíos que la humanidad atraviesa, desde la mejora de la salud hasta la lucha contra el cambio climático.
Una de las formas de inspirar a que más mujeres y niñas se unan a la ciencia es poder conocer historias de mujeres científicas que desde sus trincheras y experticia están desempeñando un papel crucial no solo para reducir la brecha de género en las ciencias STEM sino que sean verdaderas agentes de cambio para crear un futuro mejor para la humanidad.
Una de estas mujeres es Katya Susana Romoleroux, quien es profesora principal de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y directora del Herbario QCA. Fue la primera investigadora ecuatoriana en publicar el tratamiento taxonómico completo de la familia Rosaceae del Ecuador en la revista internacional Flora of Ecuador.
Su pasión por aprender botánica nace siendo muy pequeña. Desde niña siempre le gustó la biología, especialmente las plantas. Cuando entró a la Universidad Católica a la carrera de biología, descubrió que era su pasión, y que lo que más le gustaba era la Botánica, “Ese era mi camino, me encantaba la biología, en la universidad confirmé que la botánica era el campo en el que quería desarrollarme y crecer de forma profesional”, menciona.
Aciertos y desafíos como mujer en la ciencia
A pesar de los notables avances logrados en las últimas décadas, la participación directa de mujeres y niñas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) sigue siendo escasa; imposibilitando una reducción efectiva de la brecha de género en STEM, así como la promoción de la paridad entre hombres y mujeres en la ciencia.
Uno de los primeros retos que la doctora Romoleroux enfrentó en su vida profesional y personal fue oponerse a la opinión de su familia, que no veía con satisfacción el que ella hubiese decidido seguir una carrera enfocada en la ciencia. “Me decían, ‘no, pero Biología qué vas a hacer, no vas a tener campos de trabajo’, no estaban de acuerdo. Sin embargo, cuando vieron que era mi pasión y que se me abrían muchas puertas por toda la dedicación que le ponía, me apoyaron plenamente”.
Su pasión por la ciencia la llevó a aplicar a diferentes becas estudiantiles. Ganó su primera beca de formación en Biología Tropical y Recursos Naturales en la Universidad de Aarhus, Dinamarca. Posteriormente, obtuvo un subsidio de la Agencia Danesa de Desarrollo Internacional para obtener su Ph.D. “Tuve mucha suerte en encontrar lo que me gustó. Hay varias barreras que no son fáciles -no sólo como mujer sino también como profesional- como el celo profesional, la competitividad, entre otros, pero podemos hacerlo, tenemos las herramientas para hacerlo”.
De acuerdo con la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (2020), durante la pandemia del COVID-19, un gran porcentaje de mujeres científicas han paralizado sus investigaciones, mientras que los hombres han podido continuar con sus proyectos. Esto se debe a la desigualdad en la distribución de tiempo destinado a las tareas de cuidados entre mujeres y hombres (Ocaña-Mayorga y Moncayo, 2021). “Es difícil combinar la labor científica e investigadora con los cuidados, es muy duro y creo que el reto es combinar estas dos facetas, pero además hace falta que las instituciones confíen en que las mujeres podemos llevar a cabo nuestros proyectos de investigación, podemos trabajar duro y no caer. Como mujeres científicas, nuestra voluntad y fortaleza es primordial para avanzar hacia la igualdad de género en la ciencia”.
Docencia para cambiar el mundo
La docencia es una faceta de la vida de Katya Romoleroux que ha estado muy unida a su faceta de investigadora y madre. Desde hace 25 años es profesora de Botánica y Biología en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la PUCE (Pontificia Universidad Católica de Ecuador). En su trayectoria como docente ha dirigido varias tesis de licenciatura y maestría.
Para Katya Romoleroux ver como sus estudiantes, especialmente las mujeres, triunfan y crecen en el campo de la ciencia es un gran aliciente para continuar con su labor docente. “Ver que mis estudiantes han salido del país, han regresado y se han puesto al servicio de la investigación... Esa parte de formar y ver cómo ellos replican lo aprendido no sólo en la ciencia sino también en valores, es muy gratificante”.
Miradas a futuro en Ecuador y el mundo
Desde diferentes facetas, la Dra. Romoleroux sigue siendo una agente de cambio. Al mirar al futuro ve la necesidad de generar más iniciativas no solo en Ecuador sino también en el mundo para que más mujeres y niñas formen parte activa de las ciencias.
Para ella, las personas que están en espacio de toma de decisiones deben reconocer aún más el trabajo de las mujeres científicas y brindarles un apoyo integral. “Trato de ser optimista y creo que se está avanzando, nosotras estamos demostrando que podemos trabajar, que podemos sacar adelante nuestros proyectos profesionales, nuestros proyectos de vida. Las mujeres científicas necesitamos que nos den las mismas oportunidades y opciones porque podemos cambiar el mundo y ya lo estamos haciendo”.
Un mensaje para las niñas científicas del mundo
Para la Dra. Romoleroux es importante que, desde la infancia, desde el hogar, se apoye las iniciativas de niñas y niños. Apoyar desde el inicio es fundamental para eliminar cualquier estereotipo de género. Por esta razón, comparte un mensaje de ánimo y esperanza a las niñas que quieren ser científicas. “Las niñas que sueñan con ser científicas, deben seguir sus sueños. La naturaleza abre las puertas. En el campo de la botánica, la biología y la ciencia, siempre están las puertas abiertas. Las mujeres, a través de la ciencia, podemos cambiar el mundo, con pasión y esfuerzo podemos hacerlo y nadie nos puede parar”.
La Dra. Katya Romoleroux formó parte de la serie de entrevistas “Mujeres en la Ciencia” un proyecto liderado por ComCiencia, una iniciativa de la Pontificia Universidad Católica de Ecuador, centrada en la divulgación científica y que contó con el apoyo de ONU Mujeres Ecuador.
Conozca más:
Ocaña-Mayorga, S y Moncayo, A. (2021). Mujeres científicas: profundización de las desigualdades por la pandemia de COVID-19. Revista Nuestra Ciencia, 23, 7-10. https://www.puce.edu.ec/wp-content/uploads/2021/10/Revista-Nuestra-Ciencia-23.pdf
REMCI (2020): Situación de cientific@s ecuatorian@s durante la crisis COVID19. REMCI - Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas figshare. Figure. https://doi.org/10.6084/m9.figshare.12440048