Empoderamiento y liderazgo: mujeres amazónicas culminaron su formación en la Escuela Antisuyu Warmikuna
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93 mujeres amazónicas terminaron su proceso de formación en la Escuela AntisuyuWarmikuna. Una iniciativa impulsada por el proyecto ONU Mujeres – PROAmazonía.
Las mujeres que participaron en la escuela pertenecen a 11 Nacionalidades Amazónicas, además de un grupo de representantes de Saraguro. De igual forma, pertenecen a las 23 organizaciones que componen la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía (CONFENIAE).
La participación de las mujeres fue un factor clave para la organización de la escuela. Ellas estuvieron involucradas, desde el inicio, empezando por la elección del nombre: Antisuyu Warmikuna, el diseño del logotipo hasta los diferentes procesos de réplica de lo aprendido. Cada una de estas acciones ha permitido fortalecer su sentido de pertenencia con la institución y ratificar su compromiso con la defensa de los derechos de las mujeres y niñas de la Amazonía.
Raquel Antun, mujer indígena, poeta y una de las replicadoras de la escuela destacó la importancia de compartir los conocimientos ancestrales de su cultura a las nuevas generaciones. Durante la clausura del proceso de formación, Raquel se dirigió a las compañeras y mencionó la importancia de estas acciones: “estos procesos son fundamentales para que las jóvenes se capaciten y puedan ocupar cargos de liderazgo y de gestión. Tenemos la misión de transmitir estos conocimientos a las jóvenes para empoderarlas, así como nuestras ancestras lo hicieron con nosotras”.
Desde que la escuela comenzó se ha evidenciado resultados en cuanto a la participación y empoderamiento de las estudiantes. Las mujeres han expresado que a través de las diferentes formaciones han fortalecido sus capacidades de liderazgo, y ahora cuentan con la confianza y conocimiento para ocupar cargos directivos y de liderazgo dentro de sus comunidades. Además, la Escuela cuenta con representantes en espacios institucionales como la Mesa Nacional Redd+ y la Mesa de productos forestales no maderables.
Para Salomé Kuit Tangamashi, la escuela es una oportunidad para poder organizarse dentro de las comunidades y poder alcanzar un futuro sostenible para todas y todos: “solo la organización y la unión nos hará avanzar. Tenemos que organizar nuestra casa que es nuestra comunidad, para que en los próximos años sigamos viendo a más mujeres formándose y asumiendo espacios de liderazgo” mencionó.
En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, se realizó la evaluación y entrega de certificados a cada una de las participantes de la escuela por haber culminado, con éxito, cada uno de los 7 los módulos sobre género, derechos humanos de las mujeres y derechos colectivos, cambio climático, organización, territorio, desarrollo sostenible y educación financiera.
Al evento asistieron representantes de todas las Nacionalidades de la Amazonía que conforman la CONFENIAE, organización que representa a cerca de 1.500 comunidades, pertenecientes a las nacionalidades: Kichwa, Shuar, Achuar, Waorani, Sapara, Andwa, Shiwiar, Cofan, Siona, Siekopai y Kijus.
De esta forma, ONU Mujeres reafirma su compromiso de mejorar la situación y posición de las mujeres amazónicas en los procesos socioambientales, de promoción de la conservación de la biodiversidad, de los bosques y de los servicios ecosistémicos, así como en los procesos productivos para enfrentar el cambio climático.
Acerca de ProAmazonía
Ecuador es uno de los países más megadiversos del mundo. Su riqueza natural y cultural ha permitido que el estado se comprometa en la conservación de la biodiversidad y de los recursos naturales. Como una medida para frenar y mitigar los impactos del cambio climático en el país, el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), desarrollaron el Programa Integral Amazónico de Conservación de Bosques y Producción Sostenible, PROAmazonía. El programa está financiado con fondos no reembolsables del Fondo Verde para el Clima (GCF, siglas en inglés) y del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, siglas en inglés) y busca reducir la deforestación y la degradación de los bosques a través de la conservación y la gestión sostenible de este recurso.