Diagnóstico de la oferta y demandas de cuidados en Quito, Guayaquil, Loja, Machala
A nivel mundial, la pandemia por COVID-19 configura un escenario de deterioro generalizado de las condiciones de vida de millones de familias, determinado por la contracción de la economía, la pérdida de empleos, la crisis ambiental y los crecientes niveles de violencia social. Si antes de la crisis sanitaria, 7 de cada 10 jóvenes se encontraban en la informalidad, como consecuencia de la COVID-19, estas cifras han empeorado. En el Ecuador, el empleo formal cayó entre 4 puntos porcentuales para las mujeres jóvenes y 2.5 para los hombres entre el 2019 y el primer trimestre de 2021, dejando en condición de vulnerabilidad social, a buena parte de la población juvenil económicamente activa (entre 18-29 años). Esta situación no solo restringe las garantías para el ejercicio pleno de una vida digna y el acceso al mercado laboral formal, sino que sumado a la inestabilidad económica y de proyección de futuro, incide en su bienestar emocional y psicológico, por lo tanto, a su capacidad de resiliencia.
Como se ha podrá constatar en el análisis de los principales hallazgos del presente estudio, los padres y madres jóvenes que carecen de una adecuada cobertura de servicios institucionales de cuidado para sus hijos/as menores de 4 años, se ven obligados/as a aceptar trabajos por pocas horas y salarios reducidos o a iniciar actividades informales. Al analizar la informalidad laboral desde una perspectiva de género, “cuando las mujeres que se encuentran en la informalidad son madres, el 80% deja de trabajar o limita su actividad económica, volver a integrarse a sus actividades económicas les toma más de tres años. Ser mujer incrementa la probabilidad de estar en el sector informal con cargas de trabajo no remunerado. Esta probabilidad es 1.3 veces mayor en hogares pobres.” (ONU Mujeres, 2020).
El presente documento ofrece un diagnóstico de la oferta y la demanda del cuidado desde una perspectiva cuantitativa y otra cualitativa. La cualitativa recoge la experiencia de algunos/as usuarios y usuarias de servicios de atención institucionalizados, principalmente desde la experiencia de la población joven en situación de informalidad laboral y vulnerabilidad socioeconómica con hijos e hijas menores de 4 años en las ciudades de Loja, Machala, Quito y Guayaquil, recopila también reflexiones de informantes clave con experiencia alrededor de la materia. Así mismo, el documento considera una perspectiva cuantitativa y de estimación estadística para comprender la estructura del mercado laboral y, particularmente, las condiciones y características de la población joven (18 – 29 años).