Renata Koch Alvarenga: “La inclusión, el empoderamiento y el compromiso de la juventud, especialmente de las mujeres jóvenes, en la construcción de la paz, trae innumerables beneficios”
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Renata Koch Alvarenga es una joven activista brasileña comprometida con los temas de género y justicia climática. Es licenciada en Relaciones Internacionales por Unisinos (Brasil) y actualmente cursa una maestría en Políticas Públicas en Harvard Kennedy School, como Belfer Young Leader Fellow. A los 22 años fundó la iniciativa multilingüe EmpoderaClima, para crear conciencia sobre el empoderamiento de las mujeres en los espacios de toma de decisiones climáticas y abogar por la educación de las niñas para la acción climática. Este verano, hizo una pasantía en la Oficina de la Enviada del Secretario General de Naciones Unidas para la Juventud. Es embajadora de G(irls)20/Fora de Brasil, líder de Transform Education, miembro de Voices That Inspire y codirectora de género para jóvenes en ONU Clima. Renata ha sido conferencista en eventos de alto nivel de las Naciones Unidas como CSW65, COP25 y COP26. Es activista nacional de género de ONU Mujeres.
¿Cuál es el rol y por qué es importante la participación de las juventudes en la construcción de la paz y en la recuperación sostenible frente a las crisis?
La participación de la juventud es fundamental en la construcción de la paz, porque somos quienes heredaremos lo que ahora se decide sobre la recuperación sostenible de nuestro planeta, y muchos jóvenes ya están sufriendo las consecuencias de los procesos no inclusivos de paz.
Casi la mitad de la población mundial tiene menos de 30 años, pero no vemos esta representación en los espacios de toma de decisiones, ni en las negociaciones de paz, ni en las mesas sobre el cambio climático, o sobre cualquier otro tema de preocupación global. Sin embargo, sabemos que la participación activa y el liderazgo juvenil en los diálogos de paz dan resultados más ambiciosos, creativos e inclusivos.
Si no vemos a la juventud como agente de cambio, especialmente a los jóvenes refugiados, las mujeres jóvenes y niñas, jóvenes con discapacidad y otros grupos marginados que tienen una perspectiva diferente sobre el tema, no tendremos políticas que reflejen la realidad de la sociedad y, en consecuencia, estas políticas no serán todo lo efectivas que podrían ser.
La inclusión, el empoderamiento y el compromiso de la juventud, especialmente de las mujeres jóvenes, en la construcción de la paz, trae innumerables beneficios y debe ser uno de los puntos principales cuando se habla de paz y seguridad.
¿Cómo podemos promover una participación más significativa de las juventudes en la construcción de sociedades más pacíficas, con igualdad de género, inclusión y sostenibilidad?
Para promover una mayor participación de los jóvenes en los procesos de construcción de paz, con una perspectiva inclusiva, necesitamos acceso. La falta de acceso a la educación, especialmente en los países del Sur Global, afecta el potencial de los jóvenes, quienes no logran adquirir las herramientas necesarias para participar en estos espacios de negociación y discusión por la paz. Desarrollar la capacidad de la niñez y la juventud para que desempeñen papeles importantes en todas las áreas es esencial. La desigualdad comienza allí.
Las mujeres son minoría cuando se trata de carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Esto se debe a la falta de oportunidades para las mujeres jóvenes en estos espacios.
La estructura patriarcal dificulta el camino para que las mujeres jóvenes tengan éxito en ciertas áreas y no es diferente cuando se trata de la consolidación de la paz. Financiamiento, apoyo, mentoría y reconocimiento son algunas de las posibilidades para cambiar este escenario y aumentar el factor interseccional e intergeneracional en la construcción de paz.
¿De qué manera se puede promover la solidaridad intergeneracional para la construcción de una cultura de paz y una recuperación sostenible con miras al logro de los ODS?
La solidaridad intergeneracional es absolutamente crucial. Sin un espacio donde pueda haber diálogo entre las generaciones mayores y jóvenes, no será posible desarrollar una cultura de paz que sea verdaderamente empática con las diferentes realidades y problemas que rodean a las diferentes generaciones.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible solo se logrará si todos somos parte de la solución, sin que nadie se quede atrás. Necesitamos la participación de jóvenes indígenas, jóvenes LGBTIQA+, jóvenes negros, por ejemplo, para que las metas de los ODS se cumplan de manera igualitaria e inclusiva, y para eso contamos con los tomadores de decisiones y todas las personas que están en alguna posición de poder en lo que respecta al desarrollo sostenible y la construcción de un mundo mejor.
Necesitamos personas en estos espacios de liderazgo que usen su poder para incluir a los jóvenes de manera significativa. No se trata solo de llevar a los jóvenes a hablar en eventos sobre la paz y la sostenibilidad de nuestro planeta, o incluirlos como participantes en alguna conferencia, sino de adoptar políticas que incluyan a los jóvenes como socios al mismo nivel que los tomadores de decisiones, como personas que pueden aportar mucho a los debates sobre consolidación de la paz, tanto como aquellos que tienen posiciones formales para hacerlo.
Ya es hora de que los jóvenes se incluyan de manera significativa y directa en estos diálogos, ya sea a nivel global, regional, nacional o local, con una perspectiva intergeneracional e interseccional, que considere a las poblaciones más vulnerables y las incluya realmente en las decisiones, estoy segura de que podemos construir efectivamente una cultura de paz y recuperación sostenible.
Las opiniones son responsabilidad de su autora y no reflejan una posición oficial de ONU Mujeres o de cualquier otra agencia del Sistema de las Naciones Unidas. |