Nancy Yáñez: “Soy mujer, madre y bióloga”
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Nancy Yáñez Corrales, de 44 años, originaria de Morelos, México, es bióloga egresada de la UAM-Xochimilco, con Maestría en Ciencias en Conservación y Aprovechamiento de Recursos Naturales del IPN. Además, es Tesorera del Consejo Directivo de Biodiversidad y Desarrollo Social BIOSOC A.C., y responsable de proyectos y del emprendimiento MAYEH Artesanías.
La contribución y el liderazgo de las mujeres y las niñas en los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático, así como en el trabajo de cuidado y en la defensa del territorio, son fundamentales para construir un futuro más sostenible para todas las personas.
En el Día Internacional de las Mujeres, bajo el lema: “Igualdad de género hoy, para un mañana sostenible”, se hace un llamado a generar iniciativas para que las mujeres y las niñas estén al centro de la recuperación sostenible, indispensable ante la crisis climática y ambiental.
Ellas son líderes eficaces y poderosas que impulsan el cambio para lograr la mitigación y la adaptación climática y, por tanto, deben tener voz y participación igualitaria en la toma de decisiones relacionadas con el cambio climático. Nancy Yáñez es un ejemplo de ello.
El reto de hacer escuchar su voz
Para Yáñez, el hacer valer su trabajo y profesionalismo no ha sido sencillo. Un primer obstáculo que tuvo que superar fue la creencia de que estudiar no era para las mujeres, ya que en ellas recae el trabajo de cuidados que se hace en los hogares, lo cual muchas veces aumenta la probabilidad de que no concluyan la carrera o no ejerzan después de graduarse.
Posteriormente, ya ejerciendo su carrera como bióloga, muchas veces en las comunidades no tomaban con seriedad lo que decía ella como mujer a diferencia de lo que decían sus compañeros hombres.
“Cuando ingresé al servicio público en una dependencia de gobierno federal del sector ambiental, el jefe inmediato quería que le preparara y sirviera café. Solo lo hice una vez”, recuerda Nancy, “porque le serví su taza con mitad de café, mitad de agua y sin azúcar. No me lo volvió a pedir”.
En la misma dependencia gubernamental enfrentó situaciones de discriminación y persecución por ser madre y haber solicitado horario corrido para poder estar con su hijo. “No pedía trabajar menos, solo hacerlo de manera consecutiva porque mi hijo ingresaba a la guardería antes de las 8:00 am, salía a las 3:00 p.m. y a las 4:00 p.m lo dejaba con una persona que lo cuidaba hasta las 7:00 p.m., por ello, decidí trabajar de manera independiente”, recalcó Nancy.
Nuevas oportunidades para todas
Nancy es una de las egresadas del programa Avancemos por la Igualdad, el cual surge en 2018 de la alianza entre ONU Mujeres y Grupo Danone, y su marca Bonafont en México. El programa está enfocado en el empoderamiento económico de las mujeres y a la reactivación económica de las comunidades afectadas por los terremotos del 2017, en la Ciudad de México y Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, a través de negocios innovadores de los cuales, algunos serán ahorradores de tiempo como cocinas económicas, estancias de día, guarderías y lavanderías automáticas.
Trabajar en el manejo de recursos naturales en comunidades que contaban con áreas de conservación, dentro de la consultoría ambiental Biodiversidad y Desarrollo Social BIOSOC A.C., despertó el interés de Nancy por apoyar a mujeres en la búsqueda de canales de comercialización de sus productos, vinculando la conservación y las artesanías con criterios bioculturales que se tienen en la elaboración de éstas.
Poco a poco se fueron acercando más mujeres quienes tenían productos acumulados por la pandemia. Activó su iniciativa de apoyo a través de redes sociales, con familiares y amistades.
“En la capacitación del programa Avancemos por la Igualdad me pidieron establecer mis metas a corto mediano y largo plazo. Fue ahí cuando dije por primera vez en voz alta que quería establecer un espacio físico de exhibición y distribución de artesanías elaboradas del corazón y manos de mujeres artesanas, para contribuir a la reactivación económica de sus familias, sobre todo mujeres de las comunidades con las que trabajamos proyectos de cuidado y protección del ambiente, enfatizando en los servicios ambientales”, mencionó Nancy, como parte de su experiencia como egresada del programa.
Este programa ha demostrado que trabajar en el empoderamiento económico de las mujeres con un enfoque de resiliencia, permite que ante nuevas crisis como las provocadas por la pandemia por COVID-19, los negocios de las emprendedoras innoven y se reinventen de manera oportuna, contribuyendo a la recuperación de sus comunidades.
“Algo que me quedó muy claro en el programa es que entre nosotras podemos y debemos ayudarnos. Cada día aplico los conocimientos que adquirí durante el programa como calcular costos, fijar precios, llevar un registro de mis ingresos y egresos, control del inventario, entre otros”, mencionó Nancy.
Igualdad de género para un futuro sostenible
Para Nancy el ser mujer y madre profesionista del sector ambiental, no ha sido fácil. “Es un sector donde en su mayoría son hombres, y siempre me ha gustado usar vestido, falda, tacones y pintarme las uñas, y cuando algunas personas me ven, subestiman mi capacidad de desempeño en campo, como subir y caminar en el bosque o capturar algún ejemplar”.
“Soy bióloga, tengo una maestría en conservación y aprovechamiento de recursos naturales. No tengo un sueldo fijo, ni prestaciones, pero estudié lo que quise, ejerzo mi profesión en la conservación y manejo de los recursos naturales en proyectos comunitarios con acompañamiento de BIOSOC A.C. Ejerzo mi maternidad con mis dos hijos, contribuyo a la economía de mi familia y a la reactivación económica de la familia de 15 artesanas, a través mi emprendimiento con 53 personas beneficiarias indirectas”, reafirmó Nancy.
La construcción de sociedades más justas e igualitarias, nos brindarán mejores condiciones para hacer frente a los desafíos presentes y futuros. Sin igualdad de género hoy, no es viable un futuro sostenible e igualitario.
“Cada una de nosotras puede contribuir desde su entorno para el cuidado y protección del ambiente. No necesariamente tienen que ser biólogas, pueden ser ingenieras, licenciadas o desempeñar algún oficio con conciencia ambiental en el uso de los recursos en su vida diaria”, puntualizó Nancy.