Impacto en la comunidad
Amparito Caiza: Cultura y emprendimiento que transforman comunidades
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Desde el corazón de Llano Chico, el Grupo Cultural Yura Cisanm, liderado por Amparito Caiza, ha trabajado durante más de 22 años para preservar y promover las tradiciones locales a través de la danza y las artesanías. Este elenco, compuesto por 16 bailarines y 12 artesanos, no solo celebra la riqueza cultural de su comunidad, sino que también utiliza sus coreografías para contar mitos, leyendas e historias de su pueblo, mientras promueve mensajes de bienestar familiar, convivencia, y prevención de problemáticas sociales como el racismo, la violencia intrafamiliar y el consumo de drogas.

Amparito formó parte del proyecto “Territorio Común”, desarrollado por ONU Mujeres y la Secretaría de Cultura del Municipio de Quito. Esta iniciativa tuvo como objetivo fortalecer los procesos organizativos y culturales de las mujeres rurales de todas las edades, fomentando el diálogo y la reflexión en sus comunidades.
Desde julio de 2023 hasta septiembre de 2024, 362 mujeres de diversos sectores del Distrito Metropolitano de Quito participaron activamente en el proyecto. Los territorios representados incluyen Gualea, Caminos de la Libertad, Guangopolo, Alangasí, Llano Grande, Llano Chico, Perucho, Zámbiza, Cocotog, Quitumbe, Guamaní, La Ecuatoriana y Turubamba, de las Administraciones Zonales de La Delicia, Los Chillos, Eugenio Espejo, Calderón y Quitumbe.
Cultura y economía: un binomio de impacto
En los espacios de capacitación y fortalecimiento de capacidades de Territorio Común, Amparito encontró herramientas clave para profesionalizar tanto el trabajo de Yura Cisanm como su emprendimiento personal, “Las Gallinas Felices”. La formación en contabilidad y costeo fue especialmente transformadora. "Aprendí a calcular costos reales, no solo en mi emprendimiento de gallinas, sino también en las presentaciones de danza. Ahora sé cuánto cuesta realmente una puesta en escena, considerando el esfuerzo, los trajes y la logística", comenta Amparito.

Gracias al apoyo recibido, Yura Cisanm adquirió trajes propios, eliminando la necesidad de alquilarlos para cada presentación. Este cambio fortaleció la seguridad y autoestima de los bailarines, permitiéndoles presentarse con orgullo en festivales como el XVIII Festival Semillas de mi Tierra en junio de 2024. "Ya no dependemos de alquilar trajes. Ahora tenemos nuestros propios atuendos, lo que representa un ahorro y una gran satisfacción para el grupo", explica Amparito.
Amparito destaca el valor de los conocimientos adquiridos. Las capacitaciones no solo le ayudaron a mejorar en aspectos técnicos como la fotografía, la contabilidad y la planificación de proyectos, sino también a ganar confianza en espacios de liderazgo y negociación. "Ahora me siento más segura al hablar en reuniones y defender la importancia de la danza dentro de nuestra cultura", afirma.
Sin embargo, también hace un llamado a la continuidad de estas iniciativas: "Las capacitaciones fueron cortas. Nos gustaría que se repitan y se amplíen, porque siempre hay algo nuevo por aprender para fortalecer nuestros emprendimientos y organizaciones."

El Festival Semillas de mi Tierra, organizado anualmente por Yura Cisanm, es un ejemplo del impacto comunitario del grupo. Este evento reúne a 34 grupos de danza y 60 artesanos de Pichincha, fomentando un espacio de intercambio cultural y generación de ingresos para los participantes. Además, las presentaciones del grupo se han extendido a otros cantones y provincias, llevando su mensaje de inclusión y fortalecimiento comunitario más allá de Llano Chico.
Para Amparito, la cultura no es solo una manifestación artística, sino una herramienta de transformación social y económica. Tanto con Yura Cisanm como con “Las Gallinas Felices”, trabaja diariamente para preservar su patrimonio y abrir oportunidades para las nuevas generaciones. "Con el apoyo de iniciativas como #TerritorioComún, hemos logrado avanzar, pero aún hay mucho por hacer. La cultura debe ser valorada y fortalecida, porque es el alma de nuestros pueblos", concluye.
De esta forma, ONU Mujeres trabaja incansablemente para impulsar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todos los rincones del mundo. A través de proyectos como Territorio Común, reafirma su compromiso con las mujeres rurales, promoviendo su autonomía económica, el fortalecimiento de sus procesos organizativos y la preservación de sus identidades culturales. Este trabajo no solo transforma vidas individuales, sino que también genera un impacto profundo en las comunidades, construyendo sociedades más inclusivas, igualitarias y sostenibles.