Perseida Tenorio: No se puede pensar en la protección del medio ambiente sin las mujeres

El liderazgo y participación de las mujeres y las niñas en los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático, así como en el cuidado y defensa del territorio, son contribuciones centrales para construir un futuro más sostenible para todas las personas. Las mujeres cuidadoras del medio ambiente tienen un papel fundamental en la sostenibilidad de la vida y el cuidado del planeta.

Perseida Tenorio es una mujer zapoteca de 29 años originaria de Ixtaltepec Oaxaca, es ingeniera en Sistemas Alimentarios Sustentables y fundadora de Una Mano para Oaxaca, una asociación civil creada en el 2017, que busca fortalecer la identidad cultural zapoteca a través de la educación de oficios tradicionales y conocimientos populares, para generar fuentes de ingresos propios. 

“Comencé a involucrarme en el cuidado del medio ambiente a través del mango. Esta fruta me impulsó a tener una mejor conexión y con mucho más amor y cuidado hacia la tierra a través del programa Mi fruta, mi pueblo, el cual lo implementamos en el marco del proyecto Una mano para Oaxaca en el 2020, y con esto pude darme cuenta de la conexión que existe en el evitar el desperdicio de alimentos y cuidar nuestra tierra y nuestro territorio. Debemos estar agradecidas con lo que nos rodea y lo que nos da la tierra”, comentó Tenorio. 

Con la finalidad de potenciar el trabajo previo, Perseida formó parte del programa Avancemos por la Igualdad (API), que comenzó en 2018 con la alianza global entre ONU Mujeres, Danone y Bonafont en México. El mismo brinda acceso a cursos enfocados en la formación de habilidades empresariales y de liderazgo para impulsar negocios emprendidos por mujeres, entre ellos negocios ahorradores de tiempo. Se buscará que los negocios de las mujeres emprendedoras puedan proveer a todas las mujeres y a sus comunidades con servicios como centros de cuidado para personas adultas mayores, lavanderías y guarderías, entre otros.

“Entre los desafíos que he enfrentado como mujer en este ámbito en la defensa y protección del medio ambiente está el tener que obligarme a ser valiente en un mundo que va tan rápido en términos económicos y sociales, el tener que pensar desde la regeneración y evitar el desperdicio a favor del planeta”. 

Las mujeres rurales e indígenas han jugado un papel activo y sostenido a lo largo del tiempo en la defensa del territorio, clave para la conservación del medio ambiente, la adaptación y mitigación al cambio climático.

Para Perseida ha sido indispensable creer en sí misma, incluso en situaciones en las que ha tenido miedo, se ha sentido vulnerable o expuesta.

“Otro de los desafíos precisamente es el ser mujer, donde históricamente se ha reconocido a los hombres en este sector más que a las mujeres. En mi cultura zapoteca tenemos que cuidar a las demás personas, a nuestras familias, y cuando decidimos que nuestro cuidado no va a ser en particular a una persona sino a la tierra o a la selva, como es mi caso, puede verse como algo egoísta, ya que no estás destinando tu energía y amor a alguien sino al medio ambiente”, recalcó. 

Perseida está convencida de que el conocimiento, las habilidades y el liderazgo intergeneracional de las mujeres y las niñas defensoras y activistas del clima deben aprovecharse plenamente.