El futuro es junto a las mujeres rurales

Mensaje de la Directora Regional de ONU Mujeres, María-Noel Vaeza, con ocasión del Día Internacional de las Mujeres Rurales

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58 millones de mujeres viven en zonas rurales de América Latina y el Caribe; una parte importante de ellas juega un rol central en la producción y abastecimiento de alimentos.

En los últimos meses, mientras el mundo pareció haberse detenido, ellas no pararon: Continuaron trabajando para responder a la demanda de alimentos en las ciudades, en las comunidades rurales y en sus propias familias.

Sin embargo, las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes realizan sus actividades productivas enfrentando desigualdades que las hacen trabajar de manera informal, experimentando una sobrecarga de labores domésticas no remuneradas, y problemas para acceder a recursos productivos como la tierra, el agua, insumos agrícolas, financiamiento, seguros, capacitación, entre otros; a esto se suman diversas barreras que les dificultan comercializar sus productos en los mercados.

Todas estas dificultades las hacen más propensas a vivir en condiciones de pobreza y, en consecuencia, a experimentar inseguridad alimentaria y nutricional.

La situación se ha vuelto todavía más adversa con la pandemia de COVID-19. Según las proyecciones, 6 millones de mujeres rurales de la región corren el riesgo de caer en la pobreza extrema.

Antes de la pandemia, las mujeres ya enfrentaban una importante sobrecarga de trabajo no remunerado. Pero ahora, ellas deben dedicar una mayor parte de su tiempo a cuidar de niñas y niños que dejaron de ir a la escuela, y a atender a personas enfermas y de la tercera edad. Además, recientes reportes dan cuenta de un incremento de la violencia de género en los países de la región.

En resumen, las mujeres rurales enfrentan serias dificultades para ejercer su autonomía: enfrentan dificultades para generar ingresos propios, cuentan con una escasa participación en la toma de decisiones que afectan a sus vidas y comunidades, y experimentan altos índices de violencia.

Por eso, es urgente desarrollar estrategias de empoderamiento económico que se focalicen en las mujeres y sus necesidades específicas, como una vía de acción para revertir las proyecciones de pobreza y avanzar hacia el desarrollo sostenible.

Sigamos impulsando la autonomía económica de las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes, promoviendo un mayor acceso a recursos productivos, a la protección social, a la capacitación y, sobre todo, volviéndolas parte activa en las decisiones que afectan su futuro, el de sus familias y comunidades.

No hay duda del rol central que juegan las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes en la producción, abastecimiento y comercialización de alimentos, así como en la preservación de conocimientos y saberes tradicionales. Sin ellas, las estrategias de reactivación económica postpandemia no serán efectivas.

El futuro es junto a las mujeres rurales.

 

María-Noel Vaeza

Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe

 


Una alianza de alto nivel para avanzar junto a las mujeres rurales

ONU Mujeres forma parte de las 28 agencias y programas de Naciones Unidas, instituciones de gobierno, instancias de cooperación internacional, centros de investigación, organizaciones de la sociedad civil y entidades privadas de toda América Latina que se unieron a la campaña #MujeresRurales, mujeres con derechos, que impulsan la campaña para empoderar a las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes frente a la pandemia. Conoce más aquí.