ONU Mujeres y CONAIE trabajan en el fortalecimiento de liderazgos de mujeres en ecuador

Los resultados de las últimas elecciones locales en Ecuador, febrero 2014, confirmaron nuevamente una tendencia acerca de la participación de las mujeres en la política ecuatoriana. A  pesar de que en la mayoría de casos mujeres y hombres comparten por igual el número de cadidaturas, sólo un cuarto de las autoridades electas son mujeres.

En el año 2000 el poder legislativo promulgó una enmienda a la ley general de elecciones en la que estableció que por lo menos un 30% de las candidaturas del padrón electoral sea ocupado por candidatas mujeres, y que de manera progresiva la cuota aumente un 5% durante cada elección nacional general. El 50% fue alcanzado durante las elecciones nacionales de 2008. A pesar del tiempo que la ley lleva vigente, según datos del Consejo Nacional Electoral, durante las últimas elecciones sólo el 26% de la totalidad de las dignidades locales serán ocupadas por mujeres, una proporción que se repite con diferencias mínimas entre cargos, partidos políticos o etnia del candidato o la candidata. 

El espacio político no es el único que excluye a mujeres. Es posible identificar cómo, de manera sistemática, las mujeres son marginadas de otros espacios de toma de decisiones y/o liderazgo dentro de organizaciones y movimientos políticos y por lo tanto de procesos de liderazgo formal. Éste es el caso de la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas (CONAIE) que históricamente ha tenido a hombres como dirigentes de la principal organización indígena del país. Sin embargo, desde el año pasado, la CONAIE y sus filiales regionales, CONAICE en la Costa, ECUARUNARI en la Sierra y GONOAE (CONFENIAE) en la Amazonía, han iniciado un proceso de fortalecimiento de las mujeres de los pueblos y nacionalidades indígenas con miras a formar y/o consolidar liderazgos consolidados a nivel local, regional y nacional.

 

Con el apoyo de ONU Mujeres, la CONAIE ha puesto en marcha una estrategia para incrementar la participación de las mujeres en los procesos políticos de la organización, especialmente para su acceso a los espacios de dirección. La estrategia ha dado como resultado una agenda actualizada de las mujeres indígenas, una guía de trabajo para la capacitación y reflexión sobre los derechos de las mujeres y los derechos colectivos, así como el fortalecimiento de los liderazgos de mujeres en diversas nacionalidades y pueblos. En este momento, la CONAIE se apresta a tener su Congreso Nacional con el fin de actualizar su estatuto, establecer su agenda para el nuevo gobierno y elegir sus nuevas autoridades.

 

En este proceso, la estrategia planteada establece por un lado, la invitación a los pueblos y nacionalidades a participar de manera paritaria, es decir que cada pueblo y nacionalidad debe estar representada por 50% de mujeres y de hombres; por otro lado y con la finalidad de que esta participación amplia de mujeres tenga un impacto positivo en las discusiones, se ha emprendido un recorrido por los pueblos y nacionalidades para establecer, cuáles puntos de la agenda de las mujeres deben ser reconocidos y adoptados por la organización en este Congreso.

 

Para Mariana Solorzano, Dirigenta de la Mujer y la Familia de la CONAIE, la coyuntura actual y el fortalecimiento del trabajo con mujeres, permitirá un giro en la organización para los próximos 3 años. También califica como positivo que actualmente ya se puedan identificar posibles candidatas a la presidencia de la CONAIE, hecho que asegura, sería un cambio importante en la vida de mujeres y niñas indígenas del Ecuador en vista de que todavía son doblemente discriminadas por su género y su etnia, y por lo tanto más vulnerables a que sus derechos se vean violentados en comparación con sus pares masculinos o que otros grupos étnicos hegemónicos en Ecuador. 

  

Mariana afirma que una parte importante de la preservación de tradiciones o comportamientos discriminatorios contra las mujeres, se basa en el desconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, en especial el que garantiza un vida libre de violencia, los relacionados a la economía, al acceso a la salud y a la educación. 

 

El trabajo con la CONAIE también mira a la coordinación con otras agencias del Sistema de Naciones Unidas con las que se fortalecerán las sinergias en relación a derechos  humanos. 

 

Si bien existen serios retos para incluir a mujeres en la toma de decisiones políticas, estos son importantes pasos hacia una democracia más incluyente desde las organizaciones sociales hasta los procesos electorales nacionales y locales. Como Mariana Solorzano asegura, sólo con la participación equitativa entre hombres y mujeres, y desde las diversidades del Ecuador, lograremos una real democracia al servicio de los ecuatorianos y las ecuatorianas.