Fotoreportaje: Un día en la vida de Thaiza Vitória da Silva, Río de Janeiro
Fecha: 25 July 2016
Son las 05.00 de la mañana cuando suena el despertador en la casa de Thaiza Vitória da Silva, en Anchieta, un vecindario del norte de Río de Janeiro, en Brasil. Aún no ha amanecido, pero la joven de 15 años y jugadora de balonmano ya está levantada y se está vistiendo. Camina hasta la estación de autobuses con su padre, Marcos, y su pequeña hermana Thais Maria.
Cuando llega el autobús, las niñas se despiden del padre y emprenden un viaje de una hora hasta el Centro Educativo Santa Mónica, un colegio privado con una sólida tradición deportiva. Las hermanas no siempre estudiaron allí. Thaiza comenzó su educación formal en un colegio público de menor calificación porque su familia no podía afrontar los costos de la enseñanza privada.
Fue gracias a su sobresaliente desempeño como jugadora de balonmano que obtuvo una beca como atleta para estudiar en Santa Mónica. Inspirada por Thaiza, su hermana también juega al balonmano y recibió una beca para estudiar en Santa Mónica. Para conservar la beca, Thaiza debe mantener calificaciones altas en todas las asignaturas escolares, además de ser una buena atleta. Thaiza disfruta del esfuerzo. “He aprendido que ser líder no tiene que ver con dar órdenes, sino con ser capaz de convertirte en ejemplo y de escuchar a los demás”, afirma.
Después de clases, Thaiza se traslada a la Villa Olímpica de Mato Alto en Jacarepaguá, un vecindario en el oeste de Río de Janeiro. Es uno de los 22 espacios públicos con instalaciones deportivas gratuitas que administra el municipio.
Desde las 03.00 a las 05.00 de la tarde, practica balonmano. Una vez a la semana comienza el entrenamiento una hora más tarde para poder sumarse a otras 20 muchachas atletas y participar en los talleres de ‘Un triunfo conduce a otro’. Los talleres forman parte de un programa conjunto de ONU Mujeres y el Comité Olímpico Internacional en alianza con la organización Women Win.
Los talleres brindan un espacio seguro para que las niñas conversen sobre las desigualdades de género, trabajen la autoestima y habilidades de liderazgo, aprendan sobre sus cuerpos y la salud, obtengan conocimientos económicos y sobre cómo acceder a los servicios públicos en caso de experimentar violencia de género.
Myriam Romi, una de las 50 facilitadoras del programa, destaca que los talleres han ayudado a Thaiza, que solía ser una niña tímida e introvertida, a expresarse con más confianza y a construir su propia identidad.
En el campo de juego, Thaiza siempre ha sido determinada, concentrada y fuerte. Corre, salta, ríe, grita, insiste en la imparcialidad del arbitraje y alienta al equipo a ganar. Gracias al programa, ahora está usando toda esa energía en otras áreas de la vida.
Durante el Relevo de Antorcha de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, Thaiza tiene un deber muy importante que cumplir. Siente gran entusiasmo por llevar la antorcha en representación de las 400 niñas que actualmente participan en el programa ‘Un triunfo conduce a otro’. “Hay un nuevo camino de oportunidades que se van abriendo en mi vida, en nuestras vidas”, comenta.
Crédito para todas las fotos: ONU Mujeres/Gustavo Stephan