Haciendo que los presupuestos funcionen para las mujeres en Ecuador

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“Años atrás salí a vender y me empujaron y me botaron las cosas por un lado [porque no tenía los permisos necesarios]. Nosotras no sabíamos vender; algunas cosas comíamos y los restos se podrían, se dañaban. Pero ahora, con estos proyectos que tenemos no se pudre ni una lechuga”, explica María Rosa Suquilanda, lideresa de 54 años de la ciudad de Cuenca, provincia del Azuay, en la sierra sur del Ecuador.

María Rosa Suquilanda sells her produce at a local fair. Photo courtesy of the Provincial Government of Azuay

“El señor Prefecto nos abrió las puertas para poder nosotras salir adelante sembrando nuestros productos en el Azuay para poder venderlas. Ahorita estamos sacando choclo, fréjol, arvejas, todas esas cosas en las ferias de Agro emprendedoras y emprendedores. Salimos al mercado porque nos dieron estos puestos”.

Agro Azuay es una empresa de comercio justo del gobierno provincial encargada de comercializar productos agrícolas de productores locales. En respuesta a las demandas de las organizaciones de mujeres azuayas, mediante Agro Azuay, el gobierno les entregó capacitaciones técnicas y les abrió un espacio en sus ferias, donde pueden generar ingresos propios y aumentar su autonomía.

En acciones como esta se cristaliza la planificación y el presupuesto con enfoque de género a nivel provincial en Ecuador. El proceso amplía el espectro de la atención gubernamental a las mujeres hacia una comprensión integral de sus derechos y sus contribuciones a la economía, potenciando la productividad y el fortalecimiento del tejido social local.

La Sra. Suquilanda ha visto los resultados no solo con las ferias: “Yo hice un proyecto y lo puse en trámite para la tubería del agua, que es muy buena cosa ya que nosotras como mujeres necesitamos el agua para nuestros productos, y nos han cumplido, me han entregado a mí misma para hacer los trabajos. Eso es una cosa buena con la que salimos adelante”.

ONU Mujeres (y su organismo anterior, UNIFEM) viene impulsando esta planificación en los presupuestos locales, provinciales y nacionales en Ecuador desde el año 2000. En el Presupuesto Nacional de 2007, por primera vez el Ministerio de Economía y Finanzas incluyó la igualdad de género como uno de los criterios de evaluación, selección y priorización de las propuestas de proyectos. Desde entonces, ONU Mujeres ha trabajado en cada uno de los niveles de gobierno —incluyendo en cuatro provincias el año pasado— para introducir proyectos para la igualdad de género.

Local women like Maria Rosa Suquilanda sell their products at a local fair. Photo courtesy of the Provincial Government of Azuay.

A nivel provincial, esto se ha definido a través de "Agendas de las Mujeres" —espacios organizativos provinciales para grupos de mujeres de base para discutir y diseñar sus propuestas de financiación plasmadas en un documento que lleva el mismo nombre.

En Azuay, la Agenda de las Mujeres fue incluida formalmente en el proceso de planificación presupuestaria provincial en 2012, con cerca de 100 mujeres participando en tres cantones. Con el apoyo continuo de ONU Mujeres, la provincia permitió ampliar la participación a más de 1.000 mujeres actualmente, de 13 cantones y 15 parroquias.

La Sra. Suquilanda es a la vez un participante en la elaboración de la Agenda de las Mujeres, así como su representante formal en el Consejo de Planificación Provincial del Azuay, que decide cómo asignar el presupuesto provincial. Así, ella asegura que la Agenda no sea marginada.

Maria Rosa Suquilanda (left) meets with other women to organize the sale of their products at fairs organized by the Provincial Government. Photo courtesy of the Provincial Government of Azuay.

En 2015, este proceso de planificación sensible al género logró la aprobación de los 11 proyectos propuestos en la Agenda de las Mujeres dentro del plan de ordenamiento territorial de la provincia para 2015-2030. También se aprobaron recursos dedicados a la implementación de la Agenda (USD 73.000 de dólares para 2015).

ONU Mujeres también apoyó al gobierno provincial y organizaciones de mujeres para asegurar que el plan de ordenamiento territorial incorporara formalmente la Agenda de las Mujeres—experiencia exitosa que se ha compartido con otros gobiernos locales como una buena práctica en planificación y presupuestos sensibles al género.

María Rosa Suquilanda (izquierda) registra su participación en actividades de fomento productivo, junto a otras mujeres productoras. Foto cortesía del Gobierno Provincial del Azuay.


Maria Rosa Suquilanda (left) registers their participation in productive development activities, along with other women producers. Photo courtesy of the Provincial Government of Azuay.

En la actualidad el gobierno provincial, por primera vez ha iniciado la categorización de recursos en un registro bajo el ‘Clasificador orientador del gasto en igualdad de género’. En marcha a nivel nacional desde 2010, se aprobó para las provincias y los municipios en 2015, con uso obligatorio a partir de 2016. Este clasificador es una herramienta del sistema de gestión financiera del Ministerio de Finanzas que permite visibilizar las inversiones en empoderamiento económico, participación y liderazgo, eliminación de la violencia y otros temas relacionados con la igualdad y el empoderamiento de las mujeres. 

En 2015, a nivel nacional, el registro indica que al menos USD 364 millones de dólares fueron gastados en programas relacionados con el género, lo que es un aumento notable desde los 34 millones de dólares dedicados en 2011. Sin embargo, esta cifra es aún una subestimación, ya que las y los funcionarios públicos siguen aprendiendo a clasificar el gasto con mayor precisión.

“Esta herramienta permitirá identificar los recursos para la igualdad de género en todos los niveles de gobierno en el país”, sostiene Moni Pizani, Representante de ONU Mujeres en Ecuador. “A futuro esto nos permitirá mayor transparencia para la rendición de cuentas y el uso de los recursos públicos. Vamos a poder ver si efectivamente las demandas de las mujeres se están tomando en cuenta para elaborar los planes de desarrollo de la provincia, para cerrar brechas y garantizar un entorno propicio para el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres mediante la redistribución del poder y de los recursos”.