Lenny Quiroz: “En la lucha por los derechos, no podemos parar”

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Lenny Quiroz Firmado de Carta

De acuerdo con el último censo de población del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en Ecuador, en 2010 más de doscientas mil personas realizaban trabajo remunerado del hogar y 9 de cada 10 de ellas eran mujeres entre 15 y 39 años.

El trabajo remunerado del hogar es una importante fuente de empleo para las trabajadoras migrantes, mujeres indígenas, afrodescendientes y de sectores rurales. Sin embargo, sigue siendo un oficio mal pagado, en el que se vulneran sus derechos económicos y laborales, lo que las coloca en una situación de vulnerabilidad para alcanzar su autonomía personal y económica.

Defender y garantizar los derechos laborales y económicos de las y los trabajadores remunerados del hogar es primordial para avanzar hacia una sociedad más igualitaria y justa.

Muchas voces se han unido a esta reivindicación. Lenny Quiroz preside la Unión Nacional de Trabajadoras Remuneradas del Hogar y Afines (UNTHA). Junto a otras compañeras de su organización exige políticas públicas que garanticen sus derechos en Ecuador. 

Una vida de activismo en defensa de los derechos 

Por más de 25 años Lenny Quiroz Zambrano ha estado luchando por los derechos de las trabajadoras remuneradas del hogar (TRH) en Ecuador. Dedica todo su día a acompañar y defender a sus compañeras que han visto vulnerados sus derechos en distintos ámbitos como el laboral, económico, físico e incluso sicológico. “Me gusta poder ayudar en todo lo que puedo, siempre que sea en la defensa de las mujeres”, afirma Quiroz.

Su compromiso por defender los derechos de las trabajadoras remuneradas del hogar surge de su propia experiencia. Con 17 años llegó del campo a la ciudad porteña de Guayaquil buscando trabajo como empleada doméstica ya que quería tener ingresos que le permitieran apoyar a su familia económicamente. “Mi primer trabajo como empleada doméstica fue difícil, yo desconocía muchas cosas, trabajaba puertas adentro, la casa en la que yo trabajaba era en la que vivía y pensaba que todo lo que hacía y me pasaba era normal”, señala.

Lenny Quiroz
Foto: Lenny Quiroz

 

Estas experiencias fueron marcando su vida y al conocer a otras trabajadoras remuneradas identificó que no solo las empleadoras y empleadores tienen derechos, sino que ellas como trabajadoras también los tenían y debían ser respetados.

Escuchar a sus colegas fue un punto de giro en su vida. “Sus historias me motivaban a formarme, aprender sobre leyes para poder ayudar a mis compañeras y en 2002 empecé a prepararme ya sindicalmente, para ser un aporte mucho más fuerte en la defensa de los derechos de mis compañeras, y aquí sigo, en la lucha por garantizar nuestros derechos”.

La organización para la defensa de los derechos 

Lenny es presidenta de la UNTHA, una de las organizaciones sindicales de mujeres trabajadoras del hogar que en Ecuador han luchado para colocar en la esfera de la opinión pública la situación de precariedad en el empleo y las constantes violaciones a los derechos y garantías que sufre este colectivo, así como la responsabilidad de la sociedad y el Estado para garantizar el pleno ejercicio de sus derechos. 

La UNTHA comenzó en 1998, como un espacio de encuentro de mujeres que se dedican al trabajo doméstico. “En estos espacios les explicaba sobre el salario básico, sobre los contratos, la seguridad social y las vacaciones. Muchas no sabían nada de esto y yo me sentía bien compartiendo todo este conocimiento,” señala Lenny.

Actualmente, la UNTHA ha sido reconocida jurídicamente como un sindicato que apoya y defiende los derechos de las personas en Ecuador que son trabajadoras remuneradas del hogar y está formado por más de 300 mujeres de distintas provincias del país. “Ya nos reconocen, saben quiénes somos, nos escuchan y nos apoyan, pero aún queda mucho por hacer y lo vamos a seguir haciendo porque en la lucha de los derechos, no podemos parar”, señala con optimismo Quiroz. 

Avances y retos

En Ecuador, el trabajo remunerado del hogar está amparado en múltiples leyes y disposiciones legales que van desde la Constitución (donde se establece el derecho al trabajo como un derecho individual y un deber social), la Ley Orgánica para la Justicia Laboral y el reconocimiento del trabajo en el hogar, la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, el Código de la Niñez y Adolescencia hasta la ratificación de los Convenios 189 y 190 de la OIT.

Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar, de forma integral, los derechos de las trabajadoras remuneradas del hogar aún más cuando ha sido uno de los sectores económicos más golpeados por la crisis del COVID-19, enfrentando mayores probabilidades de desempleo, poniendo en riesgo la generación de medios de vida y, por ende, impactando directamente en su bienestar y el de sus familias. 

“La pandemia ha significado para nosotras un gran retroceso. Muchas de nuestras compañeras perdieron sus trabajos, otras siguieron trabajando puertas adentro, otras se arriesgaban todos los días a contagiarse ellas, a sus familias y a las familias que cuidaban, incluso se han dado caso de violencia y acoso sexual”, advierte Lenny. 

Para Quiroz, el reto principal es sensibilizar a las y los empleadores sobre la importancia y necesidad de afiliar a la seguridad social a sus trabajadoras, pero también enfatiza la necesidad de que las propias trabajadoras conozcan sus derechos y los exijan, “por eso desde nosotras mismas debemos hacer que se respeten nuestros derechos, si nosotras conocemos lo que por derecho debemos recibir, lo vamos a exigir”. 

Alianzas para alcanzar la igualdad

Para Lenny Quiroz, uno de los aspectos más importantes para poder avanzar hacia la garantía de los derechos de las personas trabajadoras remuneradas del hogar es poder involucrar a la sociedad civil, organizaciones internacionales, entes rectores, instituciones públicas y privadas. “Contar con estos respaldos nos anima a seguir trabajando, porque no lo estamos haciendo solas,” subraya la sindicalista.

En Ecuador, ONU Mujeres forma parte de la Mesa Interinstitucional por los derechos de las Trabajadoras Remuneradas del Hogar, ámbito integrado por organizaciones sociales de mujeres, sindicatos de trabajadores, representantes de la academia, organizaciones no gubernamentales y el Estado. Esta Mesa busca, a través de diferentes acciones, avanzar en el reconocimiento y garantía de los derechos económicos, laborales, sociales y de salud de las trabajadoras del hogar en Ecuador. 

“Con el apoyo de la Mesa hemos conseguido que las autoridades nos escuchen. Este apoyo nos permite seguir impulsando que se conozcan nuestros derechos, que se reconozca que el trabajo del hogar es un empleo digno y que nuestra aportación es importante para el desarrollo del país”, manifestó Quiroz.

La esperanza, la fortaleza y la lucha se reflejan en la sonrisa de Lenny Quiroz, pero ella señala que es la esperanza de todas sus compañeras que se han unido para defender sus derechos y que creen que un futuro en igualdad es posible para todas las personas.