Empoderamiento económico
La inversión en el empoderamiento económico de las mujeres marca una ruta directa hacia la igualdad de género, la erradicación de la pobreza y el desarrollo inclusivo.
La desigualdad en el ejercicio pleno de los derechos económicos repercute en el acceso a la propiedad de la tierra o al crédito. Además, por la doble y triple jornada que significa el trabajo de cuidado, las mujeres tienen menos tiempo para aprovechar las oportunidades económicas.
Si bien Ecuador está clasificado como un país de renta media, las brechas de género persisten:
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Las mujeres ganan en promedio el 18% menos que sus pares hombres con igual formación y nivel educativo.
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Trabajan entre 16 y 23 horas (en promedio) más que los hombres cada semana.
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Tienen menos tiempo para invertir en educación, trabajo remunerado o recreación. El 70% son pobres de tiempo frente a 30% de hombres.
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El 35% de las mujeres no tiene ingresos propios.
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Las mujeres indígenas tienen un nivel de analfabetismo 5 veces mayor al del promedio nacional
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El 42.6% de la población ocupada en la producción agrícola son mujeres. Estas actividades, por lo general, representan la principal fuente de recursos de las familias.
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Con la pandemia a diciembre de 2020, el desempleo de las mujeres, duplicó al de los hombres, y el 7% salió del mercado de trabajo.
Nuestras Soluciones
Diversos compromisos internacionales apoyan el empoderamiento económico de las mujeres, entre ellas la Plataforma de Acción de Beijing, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y diversos convenios sobre la igualdad de género de la Organización Internacional del Trabajo. ONU Mujeres apoya el empoderamiento económico de las mujeres con base en estos compromisos, así como con la evidencia, cada vez más numerosa, que demuestra que la igualdad de género contribuye de manera importante al impulso de las economías y al desarrollo sostenible.