Día de la Madre Tierra

Existe una interrelación causal entre las desigualdades de género y la degradación ambiental; donde la pérdida de la biodiversidad, los ecosistemas y el cambio climático tienden a exacerbar las desigualdades de género existentes, lo que conlleva a que los impactos negativos de estos fenómenos sean mayores sobre las mujeres, colocándolas, junto a las niñas, en una posición de vulnerabilidad donde se ven afectados sus medios de vida, bienes y salud.

Las mujeres son agentes de cambio esenciales en sus comunidades para incrementar la resiliencia de sus entornos, así como para mitigar y enfrentar la degradación ambiental y el cambio climático. En relación con las acciones de conservación y climáticas, las mujeres, por lo general, tienen conocimientos diferentes del entorno social y ambiental y apoyan de manera diferenciada las iniciativas ambientales asociadas a diversos sectores donde contribuyen de manera única a la protección y manejo sustentable de los ecosistemas terrestres y marinos, lo que promueve la sostenibilidad y efectividad de las soluciones basadas en la naturaleza ante la crisis de biodiversidad y climático que enfrenta el mundo.

En muchos lugares de América Latina y el Caribe, los medios de vida de las mujeres y las niñas dependen en gran medida de los recursos naturales.

Hoy, 22 de abril, Día de la Tierra, ONU Mujeres releva, una vez más, la importancia de reconocer el vínculo inexorable entre género y medio ambiente.

"Alcanzar la igualdad de género representa la mejor oportunidad que tenemos hoy para afrontar muchos de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, incluido el cambio climático. Reforzar la resiliencia de las comunidades y las sociedades requiere la plena y efectiva participación de las mujeres en toda su diversidad."

Este año, el Sistema de Naciones Unidas hace un llamado a “restaurar nuestra tierra”, lo que nos interpela a implementar soluciones climáticas feministas, inclusivas e interseccionales. No puede haber justicia climática si no se considera un abordaje que priorice las necesidades de las mujeres y niñas, quienes, en muchos casos, son más vulnerables a los impactos climáticos.

En esta edición especial, resaltamos también las voces de mujeres de comunidades de Ecuador, en las que ONU Mujeres, desarrolló el proyecto “Sostenibilidad del páramo desde la perspectiva de género”, cuyas experiencias están reflejadas en la publicación “Agua, mujeres, páramo: poner la vida en el centro de la vida”. Este proyecto fue ejecutado con el Gobierno Autónomo Descentralizado de la Provincia de Azuay, Ecuador y financiado por el Ayuntamiento de Madrid.

Conozca más sobre soluciones innovadoras para la naturaleza y la acción climática  

“De las Palabras a la Acción: Proyectos con Soluciones Innovadoras para la Naturaleza, la Acción Climática y la Igualdad de Género”