ONU Mujeres, OIT y CEPAL proponen una “canasta básica” para superar la brecha digital entre hombres y mujeres

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Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, se ha hablado mucho del efecto desproporcionado que ha tenido sobre ellas la pandemia del COVID-19, las medidas de confinamiento y las consecuencias económicas de la crisis sanitaria.

Es una situación que ha agravado otras desigualdades anteriores a la pandemia, la carga de cuidados en el hogar, el desempleo y, sobre todo, las situaciones de violencia contra las mujeres y el aumento de los feminicidios.

Este martes 9 de marzo, ONU Mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pusieron la lupa sobre otra de las grandes inequidades entre hombres y mujeres: la brecha digital.

Para comenzar a superarla, proponen, entre un amplio conjunto de medidas sociales, laborales y fiscales, una “canasta básica digital”, compuesta por un teléfono móvil, una tablet y facilidades para comprar datos, que se entregaría a mujeres sin acceso a la tecnología y las redes.

Durante el evento virtual, la Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza reveló en su presentación dos datos que revelan la dimensión del problema. En el mundo apenas 45% de las mujeres tienen acceso a internet, y si se compara el número de teléfonos móviles, hay más dispositivos en manos de hombres que de mujeres.

Además de tener menos acceso a dispositivos y a navegación por la red, hay también una gran desproporción entre mujeres y hombres cursando carreras relacionadas con Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (llamadas STEM, por sus siglas en ingles).

“Si la brecha de género no se aborda de manera urgente, va a ampliarse ante la IV revolución industrial. Para 2050, el 75% de los trabajos estarán relacionados con STEM. Hoy las mujeres ocupan el 22% de los puestos en inteligencia artificial", dijo María Noel Vaeza, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.

Algunos países de la región ya están tomando medidas para superar esa brecha, con resultados prometedores. Por ejemplo, el programa Ciencia y Género en Costa Rica o la creación de instituciones ad hoc y de comités nacionales de género y STEM como los de Argentina, Chile y Uruguay.

Por su parte, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, dijo que la pandemia “visibilizó la brecha digital de más de 40 millones de hogares (en América Latina y el Caribe) que no están conectados (a internet)”. Agregó que “la posibilidad de teletrabajar de las mujeres es mayor que la de los hombres, pero la falta de conectividad no les permite hacerlo”.

Como medida para reducir este problema pidió una transformación digital que contemple a las mujeres y que incluya la propuesta “canasta básica digital”, la cual, afirmó Bárcena, tendría un costo en relación al PIB muy bajo en casi todos los países.

Vinícius Pinheiro, Director Regional de OIT, destacó que hay “un cambio estructural en la forma que trabajamos”. La pandemia aceleró tendencias y serán necesarias estrategias integradas para desarrollar la economía y el trabajo digital con perspectiva de igualdad de género. Es necesario evitar un escenario en el cual haya “tecnología del siglo XXI con condiciones laborales del Siglo XIX”, añadió.

Vaeza, Bárcena y Pinheiro abordaron, además, la necesidad de que se regulen actividades como el teletrabajo, una modalidad que se aceleró durante la pandemia y que podría ser la norma para muchos empleos en el futuro cercano.

Destacaron también la importancia de que se estimule el regreso de las mujeres al mercado laboral y de que se brinde apoyo con inversiones dirigidas a empresas de mujeres bajo un marco regulatorio adecuado que tomen en cuenta la perspectiva de género.