La igualdad salarial un reto para este tiempo

Hasta diciembre de 2019 en Ecuador, las mujeres percibían remuneraciones 20% menores que sus pares hombres.

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Hasta diciembre de 2019 en Ecuador, las mujeres percibían remuneraciones 20% menores que sus pares hombres.

 

Los trabajadores y las trabajadoras en todo el mundo esperan con ansias que llegue el día de cobro. La llegada del sueldo puede traer una sensación de alivio, satisfacción o alegría, pero también puede representar una injusticia: una expresión de las desigualdades persistentes entre las mujeres y los hombres en el lugar de trabajo.

A nivel mundial, la brecha salarial de género es del 16 por ciento, lo que significa que las trabajadoras ganan en promedio el 84 por ciento de lo que ganan los hombres. Según el Instituto Nacional de estadísticas y Censos, hasta diciembre de 2019 en Ecuador, las mujeres percibían remuneraciones 20% menores que sus pares hombres. En el caso de las mujeres de afrodescendientes, indígenas, inmigrantes y mujeres madres, la diferencia es incluso mayor.

Estas discrepancias salariales se suman y tienen consecuencias negativas diarias y reales para las mujeres y sus familias. La crisis exacerba aún más los efectos adversos. A nivel global, se estima que los efectos generalizados de la COVID-19 podrían empujar a 96 millones de personas en todo el mundo a la pobreza extrema para el año 2021, lo que llevaría a 435 millones el número de mujeres y niñas que viven con USD 1,90 por día.

Este 18 de septiembre se conmemora, por primera vez, el Día Internacional de la Igualdad Salarial. Esta fecha fue adoptada por la Asamblea General en diciembre de 2019 mediante una resolución que, entre otras cosas reconoce que el trabajo realizado tradicionalmente por las mujeres se ha visto infravalorado y que la eliminación de la desigualdad salarial ha resultado ser particularmente difícil.

De hecho, a pesar de los notables progresos realizados por las mujeres durante el último medio siglo, las mujeres siguen trabajando a menudo menos horas, se encuentran en diferentes trabajos e industrias y disfrutan de menos antigüedad que los hombres. También son mucho más propensas que los hombres a interrumpir sus carreras o adaptar su trabajo remunerado por razones familiares y de cuidado, pues la responsabilidad por el hogar y la familia tradicionalmente recae en las mujeres.

En las últimas decadas, muchos gobiernos de todo el mundo han reforzado la legislación contra la discriminación, han mejorado el acceso de las mujeres y las niñas a la educación y la capacitación y han introducido políticas favorables a las familias destinadas a garantizar que todos los hombres y mujeres puedan participar plenamente en el mercado laboral.

Por su parte, muchos empleadores han ejecutado programas y prácticas destinadas a erradicar la discriminación y apoyar las carreras de las mujeres, mientras que los sindicatos han ampliado sus prioridades en los procesos de negociación colectiva para incluir cuestiones de equilibrio entre vida profesional y familiar que son claves para avanzar hacia un mundo del trabajo mas inclusivo, igualitario y eficiente.

Hoy tenemos la oportunidad y el desafío de conocer en detalle la brecha salarial de género, pero principalmente de dar los pasos definitivos para cerrarla. (O)

 

Fuente: El Telégrafo 

https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/actualidad/1/igualdad-salarial-reto-tiempo