ONU Mujeres condena enérgicamente el asesinato de la defensora de Derechos Humanos y líder indígena hondureña Berta Cáceres

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Berta Cáceres, defensora de DDHH y Coordinadora General del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) /Foto: El Heraldo
  • La región de América Latina enfrenta un alarmante aumento de la violencia contra las defensoras de derechos humanos y sus organizaciones y movimientos enfrentan serios obstáculos para desarrollar su trabajo y avanzar hacia la justicia y la igualdad.
  • ONU Mujeres expresa a su vez su solidaridad con sus familiares y compañeros de lucha y condena categóricamente todo tipo de violencia contra las mujeres, activistas, defensoras y defensores de los derechos humanos.

La oficina regional de América Latina y el Caribe de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y su oficina en Honduras, condenan el asesinato de la activista indígena y defensora de los derechos humanos y del medio ambiente Berta Cáceres Flores, ocurrido en la madrugada del 3 de marzo 2016, en su vivienda en la ciudad de La Esperanza, departamento occidental de Intibucá.

Berta Cáceres era la actual Coordinadora General del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), organización que cofundó en 1993 y desde donde lideró manifestaciones en defensa del medio ambiente relacionadas con la construcción de proyectos hidroeléctricos en el occidente de Honduras por considerar que atentaban contra los recursos naturales y derechos de los pueblos indígenas. Desde el COPIN, Berta junto a otros grupos feministas de su zona, crearon los primeros espacios de análisis feminista desde la perspectiva indígena.

Reconocida por su activismo y lucha a favor de los derechos de los pueblos indígenas y defensa del territorio, Berta Cáceres había denunciado el asesinato de otros dirigentes indígenas y había expresado en reiteradas ocasiones que recibía amenazas constantes contra su persona.

Su liderazgo y lucha en defensa de los recursos naturales le mereció ser galardonada en 2015 con el Premio Medioambiental Goldman en Washington, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente. Durante la ceremonia de reconocimiento declaró: "Me siguen. Me amenazan con matarme, con secuestrarme. Amenazan a mi familia. Esto es a lo que nos enfrentamos".

Refiriéndose al asesinato reciente de otro defensor de derechos humanos en Honduras, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado recientemente que “los actos de violencia y otros ataques contra las defensoras y los defensores de derechos humanos no sólo afectan las garantías propias de todo ser humano, sino que atentan contra el papel fundamental que juegan en la sociedad y sume en la indefensión a todas aquellas personas para quienes trabajan. La Comisión recuerda asimismo que la labor de defensores y defensoras es esencial para la construcción de una sociedad democrática sólida y duradera, y tienen un papel protagónico en el proceso para el logro pleno del Estado de Derecho y el fortalecimiento de la democracia. En este sentido, la CIDH insta al Estado a tomar todas las medidas necesarias para garantizar que las y los defensores de derechos humanos puedan realizar sus actividades de denuncia, acompañamiento y protección, libres de ataques u actos de violencia que pongan en riesgo su vida, su integridad y su seguridad”.

ONU Mujeres alientan a las autoridades a investigar diligentemente el asesinato de Berta Cáceres y todas las medidas necesarias para juzgar y sancionar a los responsables de la violencia contra las defensoras de derechos humanos. 


Cuando una mujer como Berta muere de esta manera, morimos todas las mujeres un poco más. La muerte de una defensora de derechos humanos sea a donde sea, significa un retroceso a la democracia, así como a la realización de sociedades más justas, más igualitarias.